¿Cuántas veces rascas a diario? ¿Qué finalidad tiene rascar?
Rascamos la vitro cerámica para que limpiarla sea más fácil, rascamos una gota de pintura que ha caído en el suelo antes de limpiar, rascamos con un dedo la superficie del jersey que nos regalaron ¡hace ya tanto tiempo! para ver si así, le salen las bolitas.
Frotamos, cepillamos, ponemos en remojo para decir adiós a las manchas, afilamos los lápices de colores para hacer un dibujo, lijamos y decapamos madera para restaurar, aramos la tierra antes de cultivar y la abonamos para asegurar la cosecha, lavamos los pinceles con aguarrás, afinamos instrumentos para tocar, cargamos las baterías de nuestros móviles y portátiles y así nos mantenemos conectados con los demás.
También nos queda tiempo de rascar y ser rascados en comunidad, no olvidemos que somos manada. En este momento lo que buscamos es relajarnos, desintoxicarnos y sentir que hay algo más.
A las personas a las que ayudo en su proceso de búsqueda de empleo les comento que el primer paso que debemos dar es RASCAR en nuestros interiores, preparar, facilitar, allanar el camino y RASCARNOS para oír que pasa por dentro de nosotros ¿Quién soy?¿Dónde estoy?¿Dónde quiero ir?
Porque no es lo mismo trabajar de auxiliar administrativo/a que ser el dueño/a de tu empresa.
Sin embargo te animo a que un día cualquiera, mañana si te viene bien, anotes en una libreta cuántas veces rascas, frotas, cepillas, lijas, afilas, pones en remojo, cargas baterías y también cuántas veces te rascas, respiras profundamente, te permites soñar, escuchas sonidos lejanos, meditas, escribes un pensamiento. Y ahora compáralos.
De toda la estrategia de búsqueda de empleo esta es la que encuentro más costosa porque rascar requiere esfuerzo personal y a veces disgustos con ciertos descubrimientos, cosas que sabemos que están y que no gusta encontrar, pero a la larga esta estrategia funciona. Conocerse bien es uno de los pilares para ser seres emocionalmente inteligentes, trabajar una marca personal es entrenar tu inteligencia emocional y cuando decides dar el paso “Comer y rascar todo es empezar”
Rascamos la vitro cerámica para que limpiarla sea más fácil, rascamos una gota de pintura que ha caído en el suelo antes de limpiar, rascamos con un dedo la superficie del jersey que nos regalaron ¡hace ya tanto tiempo! para ver si así, le salen las bolitas.
Frotamos, cepillamos, ponemos en remojo para decir adiós a las manchas, afilamos los lápices de colores para hacer un dibujo, lijamos y decapamos madera para restaurar, aramos la tierra antes de cultivar y la abonamos para asegurar la cosecha, lavamos los pinceles con aguarrás, afinamos instrumentos para tocar, cargamos las baterías de nuestros móviles y portátiles y así nos mantenemos conectados con los demás.
También nos queda tiempo de rascar y ser rascados en comunidad, no olvidemos que somos manada. En este momento lo que buscamos es relajarnos, desintoxicarnos y sentir que hay algo más.
A las personas a las que ayudo en su proceso de búsqueda de empleo les comento que el primer paso que debemos dar es RASCAR en nuestros interiores, preparar, facilitar, allanar el camino y RASCARNOS para oír que pasa por dentro de nosotros ¿Quién soy?¿Dónde estoy?¿Dónde quiero ir?
Porque no es lo mismo trabajar de auxiliar administrativo/a que ser el dueño/a de tu empresa.
Sin embargo te animo a que un día cualquiera, mañana si te viene bien, anotes en una libreta cuántas veces rascas, frotas, cepillas, lijas, afilas, pones en remojo, cargas baterías y también cuántas veces te rascas, respiras profundamente, te permites soñar, escuchas sonidos lejanos, meditas, escribes un pensamiento. Y ahora compáralos.
De toda la estrategia de búsqueda de empleo esta es la que encuentro más costosa porque rascar requiere esfuerzo personal y a veces disgustos con ciertos descubrimientos, cosas que sabemos que están y que no gusta encontrar, pero a la larga esta estrategia funciona. Conocerse bien es uno de los pilares para ser seres emocionalmente inteligentes, trabajar una marca personal es entrenar tu inteligencia emocional y cuando decides dar el paso “Comer y rascar todo es empezar”
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