El título de esta reflexión está inspirado en la novela de Julio Cortázar "Historia de Cronopios y de famas" y no he llegado a él por conocimiento propio sino por haber realizado ayer tarde un ejercicio de "escritura creativa" en la Biblioteca Provincial de Cádiz.
El ejercicio dirigido por Miguel Ángel García Argüez ha consistido en leer algunas de las instrucciones que, con su particular magia, Cortázar redactó en la novela anteriormente mencionada y después redactar nuestros propios manuales de instrucciones.
Estos manuales han tenido un toque especial .A diferencia de los ejemplos que nos han servido como guía (Manual de Instrucciones para llorar o Manual de Instrucciones para subir una escalera) en los que Cortázar describe situaciones cotidianas , fáciles de reconocer y en las que todos/as nos hemos visto implicados/as alguna vez, en nuestro grupo Miguel Ángel nos ha pedido que escribiéramos manuales de instrucciones de situaciones tan variadas como éstas:
- Manual de Instrucciones para pintar el cielo de color rojo bermellón.
- Manual de Instrucciones para rascar el corazón.
- Manual de Instrucciones para ponerle una corbata a la luna.
- Manual de Instrucciones para cortarle las uñas a Dios.
- Manual de Instrucciones para meter todo el continente africano en una caja de zapatos.
- Manual de Instrucciones para darle la vuelta al cielo.
- …
Os explico donde quiero llegar.
Cuando ayer en el taller, después de leer a Cortázar, nos propusieron escribir nuestro propio “manual de instrucciones” muchos estábamos seguros que nuestro “papelito” contendría una situación cercana, tal vez cómica, pero con muchas probabilidades consistiría en un quehacer de los habituales en el día a día. No nos asustaba el ejercicio, parecía sencillo, sólo tendríamos que pensar y plasmar por escrito paso a paso cómo se realiza esa tarea rutinaria y que generalmente nos pasa desapercibida.
Pero ¡sorpresa! Nosotros pensábamos que íbamos a poder partir de nuestras propias experiencias, o de experiencias de otros conocidos, o leídas en libros, para redactar nuestras instrucciones y nos hemos encontrado acudiendo a nuestra imaginación y creatividad para poder desarrollar con hermosura el trabajo propuesto.
Pues bien traslademos esto a la temática de la búsqueda de empleo ¿Cuántos Manuales de Instrucciones para encontrar un Empleo existen? ¿Cuántos has leído? ¿En cuántos proponen lo mismo una y otra vez?
Yo, a día de hoy, con la realidad que nos está tocando vivir (casi 5 millones de trabajadores desempleados) os propongo que nos imaginemos un “papelito”, como el que nos repartieron ayer en el juego, con la siguiente entrada: Manual de instrucciones para conseguir empleo.
A continuación os presento mi resultado. ¡Ojo! habrá tantos manuales como personas se decidan a redactarlos.
“Aconsejo para escribirlo que escojáis un lugar tranquilo y que os rodeéis a ser posible de un ambiente cálido, no conviene pasar calor pero tampoco frío. Poned cerca un vaso de agua y un caramelo de fresa, podríais necesitarlos. Os ayudará a relajar la mente una música de fondo suave, sin estridencias, pues es importante que os sirva para hacer volar vuestra mente. No os dé vergüenza. Convertíos en ese/a niño/a que todos/as llevamos dentro y cuando sintáis que estáis preparados/as empezad a apuntar todo lo que se os ocurra, todo, aunque a priori parezca descabellado o imposible. Mezclad ideas, combinad profesiones aún cuando parezcan incompatibles, pensad en lo que se os da bien, analizad las cosas que no os cuestan trabajo y escribid, seguid escribiendo. Paraos a pensar cómo sois, familiares, despegados/as, tímidos/as, sociales. Que valores os identifican, que esperáis de la vida. No paréis de escribir. Cuando estéis algo fatigados tomad un sorbo de agua, disfrutad con el ruido del envoltorio del caramelo y saboreadlo cuando lo tengáis en la boca. Dibujad, enlazad, tachad, volved a escribir. Que estudiasteis, porqué, qué materias os gustaban más cuando estudiabais, donde trabajasteis, cómo llegasteis allí. Cambiad de bolígrafo, escoged otro color. Quien os rodea, quien os necesita, a quien necesitáis vosotros. Subrayad con fluorescente y esquematizad las ideas claves. Pensad en objetivos, pequeños al principio, un poco más grandes después. ¿Qué tenéis que cambiar para conseguirlos? ¿Cómo vais a saber que los habéis alcanzado?
A este primer documento lo llamaremos Borrador y seguiremos completando, organizando, estructurando esta cantidad de información durante las jornadas que sigan a la principal intentando respetar siempre las indicaciones sobre la correcta elección del entorno de trabajo.
Pasadas unas semanas de reposo a temperatura ambiente, retomaremos la escritura del Manual corrigiendo pequeñas desviaciones para poder definitivamente utilizarlo para alcanzar nuestro objetivo: Encontrar un empleo.
Nota: El Manual, una vez que empieza a ser usado, requiere de ciertas revisiones para comprobar su correcto funcionamiento”.
Decía Miguel Ángel esta tarde que uno de sus objetivos con el taller de escritura creativa es que desaprendiéramos muchas enseñanzas sobre la literatura, pues lo mismo ocurre con la orientación laboral. En estos momentos es bueno para nosotros/as desaprender los caminos que anteriormente nos han llevado a un empleo y empezar a construir nuevos caminos que nos conducirán sin duda al objetivo final y esto implica innovación y esfuerzo personal.
Yo, después de esta reflexión, voy a localizar la novela de Cortázar que no sé porque intuyo que me va a gustar.
Seguimos en contacto.
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